El 1º de mayo se celebran dos fechas importantes: el "Día Internacional del Trabajador" y el "Día de la Constitución de la Nación Argentina".
Para hablar del "Día Internacional del trabajador" tenemos que remontarnos al año 1884, oportunidad en que se celebró en Estados Unidos un Congreso de la Federación americana de trabajo, en el que se propuso que a partir del 1 de mayo se obligaría a los patrones a respetar la jornada laboral de 8 horas. En esa época la jornada de trabajo de los obreros se extendía entre 14 y 18 horas diarias.
El reclamo fue pedido por todos los obreros de distintas partes del mundo.
Llegada esa fecha, y a pesar de haber sido aprobada una ley que establecía la reducción de la jornada de trabajo, no fue respetada y los obreros se movilizaron y paralizaron el país. Hubo enfrentamientos entre policías y obreros y muchas personas terminaron heridas y otras muertas.
En el año 1889, se instituyó como el Día Internacional del Trabajador, al 1º de mayo, para recordar a esos trabajadores que lucharon por sus derechos.
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Casualmente, un 1º de mayo pero de 1853, se sancionó la Constitución Argentina. La constitución es la ley fundamental de un país, la ley más importante de una nación. Su objetivo era constituir la unión nacional, afianzar la justicia y consolidar la paz interior.
Como los tiempos cambian, y hay que adaptarse a los cambios, fue reformada en varias oportunidades. La última ocurrió en 1994. Lo que se busca con estas reformas es actualizarla.
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